Ontogonía propone un enfoque integral y holístico del crecimiento personal y espiritual a través del establecimiento de seis áreas: Fundamentos Espirituales, Chi Kung, Meditación, Desarrollo Psicológico, Kabbalah y Chamanismo. En la interconexión de estas vías se proporcionan herramientas y prácticas que son únicas para ayudar a las personas a alcanzar el equilibrio, expandir la conciencia y profundizar la conexión consigo mismas y con el universo. Estás seis áreas completan un marco para la sanación, el autodescubrimiento y el despertar espiritual, creando una guía para emprender un viaje transformador de autorrealización hacia la liberación personal.
Meditar es una práctica que consiste en el cultivo de la conciencia para poder observar nuestra realidad interior y exterior, con claridad y con la posibilidad de expansión. La meditación unifica el ser relativo con el ser absoluto y primordial, por lo tanto, la meditación se convierte en el camino real para la iluminación y la liberación. Cuando meditamos hay un esfuerzo por el reconocimiento de nuestra Verdadera Naturaleza, la cual podemos llamar naturaleza búdica o Shiva.
Cuando comenzamos a meditar la mente se centra y el cuerpo se calma, y empezamos a cultivar un estado de claridad mental, equilibrio emocional y discernimiento espiritual. El acto de meditar suele aplicarse para relajar el cuerpo, reducir el estrés y tomar conciencia de nosotros mismos. El ejercicio de meditación es fundamental en muchas tradiciones religiosas, espirituales y psicológicas. En la meditación pueden variar las técnicas y los propósitos específicos, o la intención, pero en esencia, meditar consiste en desarrollar la atención plena y la capacidad de estar presente en el momento.
En Ontogonía enfatizamos en las enseñanzas de las escuelas meditativas que abren la posibilidad de la realización en esta vida, como Dzogchen, Mahamudra, Zen y la tántrica Pratyabhijna.
Los fundamentos espirituales son las creencias, principios y prácticas esenciales que conforman el camino espiritual de una persona y una comunidad. Estos pilares primordiales proporcionan una guía para el crecimiento interior, fortalecen nuestra conexión con lo divino y aportan un significado más amplio del viaje de la vida.
En Ontogonía, los fundamentos espirituales sirven como ruta para abrir el despertar y generar la transformación. Al cultivar estos principios, quienes actualmente están en un camino de búsqueda pueden navegar por la vida con mayor claridad, fuerza y propósito.
Las principales vertientes dentro de los fundamentos espirituales son:
Con frecuencia al crecimiento psicológico se le llama crecimiento personal, desenvolvimiento emocional, trabajo interior o individuación. El desarrollo psicológico es el proceso continuo de mejora del bienestar mental, emocional y conductual. Significa ampliar la conciencia de uno mismo, profundizar en la inteligencia emocional y emplear formas más sanas y constructivas de afrontar las situaciones de la vida.
En Ontogonía reconocemos que el obstáculo principal para el despertar de la conciencia es nuestra realidad neurótica: los patrones inconscientes, la fragmentación y los traumas no resueltos son elementos que permean nuestra percepción y comportamiento. El karma acumulado —entendiéndolo como nuestras posturas defensivas, heridas del pasado y asuntos pendientes—, crea inercia, limitando nuestra capacidad de despertar plenamente.
Aunque durante mucho tiempo la espiritualidad ha sido un camino que lleva hacia la trascendencia, el trabajo psicológico profundo es esencial para limpiar los patrones inconscientes que obstaculizan la posibilidad de una verdadera transformación. En esta época moderna, a través de la evolución de la psicología profunda, hemos podido obtener herramientas para abordar estas barreras y así limpiar nuestra percepción. Sin este trabajo interior, los patrones neuróticos seguirán infiltrándose en la práctica espiritual, reforzando los ciclos de sufrimiento en lugar de encaminarnos hacia la liberación.
El término chamanismo engloba prácticas espirituales y sistemas de creencias que utilizan estados alterados de conciencia para comunicarse con el reino espiritual, para sanar y fortalecer la relación con el mundo natural. Arraigadas en las tradiciones indígenas de todo el mundo, durante miles de años las prácticas chamánicas han sido fundamentales para muchas culturas.
En Ontogonía, se explora el chamanismo como un camino hacia la liberación y el servicio, en donde se integran enseñanzas de varias tradiciones para profundizar nuestra comprensión de la realidad, proporcionando herramientas poderosas para sanarnos a nosotros mismos, a los demás y al planeta.
La Kabbalah (o Cábala) es la tradición mística y esotérica judía, que está centrada en la comprensión de la naturaleza de Dios, el universo y el alma. Profundiza en las dimensiones ocultas y místicas de la realidad, ofreciendo un camino para descubrir la divinidad que no alcanzamos a reconocer y así lograr la comunión con Dios.
El término Kabbalah significa “recepción” o “tradición”, lo cual simboliza la transmisión de la sabiduría esotérica. Originalmente esta tradición fue recibida de manera oral por Adán y Eva, y sigue siendo fundamental en la revelación de Dios para la humanidad.
Aunque la Kabbalah está profundamente arraigada en la tradición judía, el término “Cábala” también puede referirse a prácticas esotéricas que integran aspectos de las enseñanzas cabalísticas, como las del misticismo cristiano, la alquimia o la tradición esotérica occidental.
Más allá de la contemplación mística, la Kabbalah abarca la meditación, la oración y las prácticas éticas destinadas a elevar la conciencia y comprender el orden divino. En Ontogonía, presentamos la Kabbalah como una tradición meditativa espiritual para la población judeocristiana, destilando cuidadosamente su esencia del dogma religioso para encausarla hacia el crecimiento espiritual personal y la iluminación.
El Chi Kung, a veces deletreado “Qi Gong”, es una antigua práctica taoísta diseñada para cultivar y equilibrar nuestra energía vital, o “chi” (también conocida como “qi”). La palabra kung (o “gong”) significa trabajo, maestría o disciplina, por lo que Chi Kung puede entenderse como “la habilidad de cultivar la energía vital”.
En esencia, el Chi Kung es el estudio y la práctica de nutrir nuestra energía vital, fomentando la salud, la felicidad y la evolución de nuestro potencial. Es un enfoque holístico del bienestar, que combina la vitalidad física, la claridad mental y el crecimiento espiritual.
En Ontogonía, honramos el Chi Kung como uno de los Tres Tesoros para el despertar espiritual, junto con la meditación y el trabajo psicológico profundo. Estas tres prácticas se complementan maravillosamente, ofreciendo un camino equilibrado hacia la transformación personal.
Independientemente de la edad o de la condición física, el Chi Kung es accesible para todas las personas. Tanto si buscas mejorar la salud de tu cuerpo, reducir el estrés o explorar un crecimiento espiritual más profundo, el Chi Kung ofrece un medio suave pero poderoso para lograr el equilibrio tanto del cuerpo como de la mente, permitiéndote aprovechar y acrecentar tu vitalidad natural.